domingo, 5 de enero de 2014

Playa chic o playa salvaje?
Particularmente, soy de las personas que les gusta la playa salvaje. De naturaleza desbordante.  Esas que nos dejan sin palabras en cuanto las descubrimos. En lo posible, hasta sin parador alguno. Aquellas a las que debemos llevar provisiones o esperar a que pase un aguatero o un heladero a quien comprarle algo refrescante que apague nuestra sed.
Tal vez no sean las que nos brinden el mayor confort  (si por éste entendemos cercanía desde el hotel, fácil acceso, restaurant y bar donde poder beber y comer cualquier cosa o servicios de playa como cómodas reposeras y sombrillas)
Pero es muy probable que nos brinden una desconexión que tal vez no lo logre una playa con “amenities”.
Los atuendos para este tipo de playas más salvajes, o más agrestes resultan bastante austeros. Además del traje de baño, un pareo, anteojos de sol, algo para cubrir la cabeza para evitar la insolación, ojotas o zapatillas y ya. No nos hará falta bolso de playa, zuecos, ni accesorios que nos adornen demasiado. En las fotos saldremos fabulosos sólo con esta playa como fondo.
Claro que están también los amantes de playas más chic. Aquellas a las que la gente llega espléndida con sus bolsos de playa que combinan con sus zuecos a la última moda, con las uñas arregladas, que parecen recién salidas del salón de belleza y luciendo relojes como joyas.
No sé…, pero imagino así alguna playa del sur de Francia, Montecarlo, tal vez (imagino, porque nunca estuve), y algunas de Miami y alrededores.
Conozco unas cuantas playas de Uruguay y Brasil. También tuve la oportunidad de conocer Cuba y Cancún en México. Además, por supuesto, las de la costa de mi país en la provincia de Buenos Aires.
Estas últimas no son de mi preferencia por ser de aguas un poco frías y estar rodeadas de mucha infraestructura y poca naturaleza.
Cruzando el río de la Plata la cosa cambia un poco y Uruguay ofrece después de la famosa Punta del Este, playas más agrestes, con nada de infraestructura,  en las que podemos disfrutar mucho más de la naturaleza. No son playas chic, sino mucho más salvajes; sin paradores, ni DJ, ni puntos de encuentro y demás. Sólo el paisaje y nosotros.
Si seguimos hacia Brasil, vamos a encontrar muchísimas playas donde la naturaleza se va haciendo cada vez más presente y los paisajes son más variados. En el sur: morros, mata, paisajes de montaña y mar; en el nordeste: palmeras, más al norte desaparece la mata, y encontramos acantilados y hasta dunas.
No tengo ninguna debilidad por los all inclusive, ni por los resorts. Mucho menos si visito lugares como éstos.  Donde el verdadero placer se encuentra pisando la arena de sus playas, nadando y/o surfeando en sus aguas, meciéndose en una hamaca paraguaya y sintiendo el sol en la piel y la brisa en todo el cuerpo. Disfrutando de la compañía que tengamos, intercambiando con su gente, con otros turistas, bailando, bebiendo y riendo.
Un poco como dice la canción de Madonna, beautiful faces no cares in this world. Y es así.
Cuando estoy en un lugar agreste, salvaje, natural, no siento la presión de tener que estar toda producida. Me siento bien aunque calce las zapatillas más viejas y rotosas. Aunque cargue un bolso, una cartera de playa vieja, descolorida o estropeada. No importa nada de eso.  Quiero aclarar que me gusta mucho la coquetería y me divierte arreglarme y tener cosas lindas.
Pero, a veces también conlleva un trabajo. Hay veces en que los zuecos más divinos para ir a la playa son totalmente incómodos y absolutamente insoportables e incapaces de brindarnos confort para realizar una caminata por la playa y sus alrededores.
También hay bolsos y carteras de playa que por más glamorosos que sean se vuelven un fastidio a la hora de tener que cargarlos mientras recorremos un camino para llegar a una playa edénica.
Está bueno, a veces,  sentirnos relajados. Poner en una valija de viajes sólo lo indispensable, y salir a disfrutar.
Por supuesto, hay veces en las que tal vez tenemos  ganas de llevar otro look playero. Más arreglado, más elegante, más chic.
Si elegimos este último, les presento algunas ideas. A continuación algunos de los trajes de baño que elegí para compartir con ustedes. Entre ellos van a encontrar varios de Lenny Niemeyer. Ella es una diseñadora de trajes de baño brasilera, y para mi crea unos muy alucinantes.

Espero les gusten,



































No hay comentarios.: