Playa chic o playa salvaje?
Particularmente, soy de las personas que
les gusta la playa salvaje. De naturaleza desbordante. Esas que nos dejan sin palabras en cuanto las
descubrimos. En lo posible, hasta sin parador alguno. Aquellas a las que
debemos llevar provisiones o esperar a que pase un aguatero o un heladero a
quien comprarle algo refrescante que apague nuestra sed.
Tal vez no sean las que nos brinden el
mayor confort (si por éste entendemos
cercanía desde el hotel, fácil acceso, restaurant y bar donde poder beber y
comer cualquier cosa o servicios de playa como cómodas reposeras y sombrillas)
Pero es muy probable que nos brinden una
desconexión que tal vez no lo logre una playa con “amenities”.
Los atuendos para este tipo de playas más
salvajes, o más agrestes resultan bastante austeros. Además del traje de baño,
un pareo, anteojos de sol, algo para cubrir la cabeza para evitar la
insolación, ojotas o zapatillas y ya. No nos hará falta bolso de playa, zuecos,
ni accesorios que nos adornen demasiado. En las fotos saldremos fabulosos sólo
con esta playa como fondo.
Claro que están también los amantes de
playas más chic. Aquellas a las que la gente llega espléndida con sus bolsos de
playa que combinan con sus zuecos a la última moda, con las uñas arregladas,
que parecen recién salidas del salón de belleza y luciendo relojes como joyas.
No sé…, pero imagino así alguna playa del
sur de Francia, Montecarlo, tal vez (imagino, porque nunca estuve), y algunas
de Miami y alrededores.
Conozco unas cuantas playas de Uruguay y
Brasil. También tuve la oportunidad de conocer Cuba y Cancún en México. Además,
por supuesto, las de la costa de mi país en la provincia de Buenos Aires.
Estas últimas no son de mi preferencia por
ser de aguas un poco frías y estar rodeadas de mucha infraestructura y poca
naturaleza.
Cruzando el río de la Plata la cosa cambia
un poco y Uruguay ofrece después de la famosa Punta del Este, playas más
agrestes, con nada de infraestructura,
en las que podemos disfrutar mucho más de la naturaleza. No son playas
chic, sino mucho más salvajes; sin paradores, ni DJ, ni puntos de encuentro y
demás. Sólo el paisaje y nosotros.
Si seguimos hacia Brasil, vamos a
encontrar muchísimas playas donde la naturaleza se va haciendo cada vez más
presente y los paisajes son más variados. En el sur: morros, mata, paisajes de
montaña y mar; en el nordeste: palmeras, más al norte desaparece la mata, y
encontramos acantilados y hasta dunas.
No tengo ninguna debilidad por los all
inclusive, ni por los resorts. Mucho menos si visito lugares como éstos. Donde el verdadero placer se encuentra pisando
la arena de sus playas, nadando y/o surfeando en sus aguas, meciéndose en una
hamaca paraguaya y sintiendo el sol en la piel y la brisa en todo el cuerpo.
Disfrutando de la compañía que tengamos, intercambiando con su gente, con otros
turistas, bailando, bebiendo y riendo.
Un poco como dice la canción de Madonna,
beautiful faces no cares in this world. Y es así.
Cuando estoy en un lugar agreste, salvaje,
natural, no siento la presión de tener que estar toda producida. Me siento bien
aunque calce las zapatillas más viejas y rotosas. Aunque cargue un bolso, una
cartera de playa vieja, descolorida o estropeada. No importa nada de eso. Quiero aclarar que me gusta mucho la
coquetería y me divierte arreglarme y tener cosas lindas.
Pero, a veces también conlleva un trabajo.
Hay veces en que los zuecos más divinos para ir a la playa son totalmente
incómodos y absolutamente insoportables e incapaces de brindarnos confort para
realizar una caminata por la playa y sus alrededores.
También hay bolsos y carteras de playa que
por más glamorosos que sean se vuelven un fastidio a la hora de tener que
cargarlos mientras recorremos un camino para llegar a una playa edénica.
Está bueno, a veces, sentirnos relajados. Poner en una valija de
viajes sólo lo indispensable, y salir a disfrutar.
Por supuesto, hay veces en las que tal vez
tenemos ganas de llevar otro look
playero. Más arreglado, más elegante, más chic.
Si elegimos este último, les presento
algunas ideas. A continuación algunos de los trajes de baño que elegí para
compartir con ustedes. Entre ellos van a encontrar varios de Lenny Niemeyer.
Ella es una diseñadora de trajes de baño brasilera, y para mi crea unos muy
alucinantes.
Espero les gusten,
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