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Herencia divina
Prólogo
Según el tango 20 años no es nada.
Pero 30 y medio sin Luca es un montonazo.
Para suerte del rock nacional en 1981 aterriza en
nuestro país Luca Prodan o sencillamente Luca.
Pasaron 30 años y medio de su último recital.
Pero lo más triste es que también pasaron 30 años y
medio de su muerte.
Junto a él descansan para siempre Sumo y una parte
de nuestro rock.
La banda fue atípica en todo sentido. Sonaban raro,
un poco desordenados y caóticos a la vez
que excitantes e indiscutiblemente sólidos. Ritmos reggae con espíritu rock.
Sumo sacudió al rock nacional. Le aportó una veta de
agresividad a la vez que de honestidad que hasta entonces no había tenido. Pero además derramó sobre la escena local un baldazo
de novedad, euforia y originalidad totalmente inédito.
Caos, neurosis, sarcasmo, melancolía y diversión
hechas rock.
Los que hemos escuchado New Clear Heads, (poco es lo
que se puede encontrar en youtube) banda inglesa de la que Luca formó parte
como cantante, tal vez lleguemos a tener la sensación que al comienzo Sumo sonó
un poco así.
New Clears Heads sonaba como una típica banda new
wave/ post punk/dark londinense de la
época. Podríamos escuchar un tema y tranquilamente creer que se trata de The
Cure en sus comienzos o de alguna otra banda del estilo.
Mi sensación es que algo de esa “atmosfera” quedó
impreso en Corpiños en la madrugada, sobre todo en los primeros temas.
Pero para los que dimos un pasito más y escuchamos
Manicured Noise descubrimos una suerte de “wave” que fascinó e inspiró a Luca.
La banda tuvo Stephanie Nuttal en batería.
Los Noise eran auténticos punk/new wave. Si los New Clear Heads sonaban un poco
melancólicos, de los Noise se desprendía un sonido altamente vibrante con toda la furia y la energía que Nuttal
descargaba en la batería.
Así fue que con Stephie en la batería y Luca
fascinado por la new wave londinense, más los locales que le siguieron el tren
nació la primera banda argentina que salió a tocar regguea y punk.
Se insertaron en la escena del rock local de una
forma totalmente punk. A lo Luca. Y es que él portaba ese gen.
Si se quería
burlar, se burlaba, si quería seducir seducía, si quería estallar estallaba.
Hago un rewind para volver a 1981 y recordar cómo
surgió este fenómeno.
Luca llega a Buenos Aires desde Italia, tras haber residido
un tiempo en Londres, y se instala en Córdoba en casa de su amigo
Timmy Mc Kern.
Conoce allí a Germán Dafunncio, cuñado de Timmy y a
Alejandro Sokol, amigo de Germán. Comienzan a improvisar y Luca tira la
propuesta la formar una banda y traer como baterista a una amiga suya, la
inglesa Stephanie Nuttal, baterista de Manicured Noise.
Pero al cabo de un tiempo ella se volvió a
Inglaterra y la formación se reacomodó.
Luego, ya en Buenos Aires comenzaron siendo una
banda más under hasta que ya para mediados de ochenta eran verdaderos
protagonistas de la escena del rock nacional.
La banda tenía todos los ingredientes novedosos para
el rock de aquel entonces.
Mostró complejidad sin por ello caer en el
virtuosismo, y nos presentó atmósferas variadas. Algunas espesas, otras
atrevidas y/u eufóricas.
Sumo nunca pretendió, fue.
Y si bien no hubiese sido tal sin Luca tampoco sin
el resto. El propuso y lo siguieron.
Porque tenía un magnetismo digno de seguir. Y la jugada que propuso era tan buena y loca que no jugarla hubiese
sido un desperdicio.
Con Luca al mando Sumo la rompió.
Mostró el lado B de la vida, de la juventud.
Luca se molestó de los “viejos vinagres”. Predicó
que era “mejor no hablar de ciertas cosas”. Sacó a la luz lo sombrío de una
mañana por el Abasto. Mostró la berretada y la decadencia que yacen bajo el
velo glamoroso de “una noche en New York City”.
Para los que amamos
el rock Luca va tener siempre un lugar de honor en nuestro recuerdo.
Gracias chabón!
Obviamente quiero citar mis temas favoritos, así que
aquí va “my Playlist”
Banderitas y globos
Una noche en New York city
Disco Baby Disco
Divididos por la felicidad
No duermas más
Estallando desde el océano
TV caliente
No te pongas azul
La gota en el ojo
Hola Frank